El fraude de las entradas falsas: una influencer bajo la lupa por una estafa millonaria
Francisca Pérez, con más de 271 mil seguidores en Instagram, está en el centro de un escándalo tras ser acusada de defraudar a cientos de personas.

Lo que prometía ser una jornada inolvidable para los fanáticos del fútbol se convirtió en un escándalo de grandes dimensiones. Francisca Pérez, influencer oriunda de Bahía Blanca y conocida en redes como «Frany Pérez», está siendo investigada por la presunta venta fraudulenta de entradas para el partido entre Argentina y Brasil en el Estadio Monumental. Más de 260 personas denunciaron haber sido víctimas de la estafa, con un perjuicio económico que ya supera los 300 millones de pesos.
El conflicto se originó el 1 de enero, cuando Pérez anunció la venta de tickets a través de su emprendimiento «Frany Tickets». Las entradas, que se ofrecían a precios considerablemente superiores a los oficiales (entre 120 mil y 500 mil pesos), incluían la garantía de acceso al evento. Para reservar, los interesados debían adelantar el 50% del valor. Sin embargo, la confianza de los compradores se derrumbó cuando, a pocos días del partido, las entradas nunca fueron entregadas.

Ante la ola de denuncias, Pérez se defendió alegando ser una víctima más del fraude. En un video donde leyó un comunicado, aseguró haber sido engañada por un intermediario identificado como Julián Bisignano, quien ya habría participado en fraudes similares relacionados con la reventa de entradas para el Mundial de Qatar. «Fui engañada y amenazada», sostuvo la influencer, aunque sin aportar pruebas concluyentes sobre su inocencia.
Mientras tanto, los damnificados comenzaron a organizarse y el lunes se reunieron con abogados para avanzar con acciones legales. La Fiscalía de Delitos Complejos de Bahía Blanca inició una investigación, y la defensa de los denunciantes pidió que tanto Pérez como su hermana, Martina, tengan prohibida la salida del país, ya que los pagos de las entradas se habrían realizado a sus cuentas personales.

Detalles que surgieron en la investigación agravaron la situación de la influencer. En una denuncia enviada por correo electrónico, la propia Pérez admitió haber recibido pagos por más de 1.800 entradas, sumando un total de más de 300 millones de pesos. No obstante, su estrategia de defensa se debilita, ya que mientras en redes sociales se muestra como víctima, en su denuncia reconoce que los pagos se realizaban directamente a su nombre antes de transferirlos al presunto intermediario, un esquema que especialistas asocian con estafas piramidales.
Este caso pone en evidencia la falta de regulación en la reventa de entradas y cómo algunos influencers pueden aprovechar su influencia para explotar la confianza de sus seguidores. Mientras la investigación avanza, las personas afectadas siguen esperando respuestas, mientras que la justicia intenta esclarecer un entramado que, por ahora, solo deja una certeza: los fondos desaparecieron y el sueño de ver a la Selección en el Monumental se transformó en una amarga desilusión para cientos de hinchas.
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